viernes, 31 de diciembre de 2010


Haciendo las cuentas, ahora que parece que no queda más por hacer que esperar a que se termine el año, creo que vamos a coincidir en que el fracaso es mucho mejor que la desazón.

Me explico: haber perdido el partido teniendo 3 tipos más y que sobre la hora te tiren un corner y te cabeceen en el área uno de los dos que pusieron para no parecer que se iban sin pelear, es fracaso, sin dudas. Pero entre perder ese partido y no poder ni siquiera jugarlo, porque no tenés ni camisetas para entrar o te faltan profesionales porque los titulares están en huelga, es desazón, y es imposible ganar un partido que no podés ni disputar.






Que se te desarme la familia después de años y años de remarla contra todas las tormentas, porque ya no hay energías para saludarte a la mañana sin recordar la pelea de la noche, es un fracaso; pero no tener siquiera la vivencia de sueños compartidos, o la experiencia de mirarse a los ojos y entenderlo/a, es una desazón.
Que la idea de dejar una fórmula probada para intentar cosas nuevas, te deje con las cuentas en rojo, claramente puede ser un fracaso. Mas no probar esa creación, ese arte nuevo, no exponerse a la posibilidad de que el público sienta lo que vos, cuando escribiste esa letra, cuando clavaste esos acordes y la banda empezó a vivir en una cornisa tan fina como inestable, no animarse a eso, te mete a ocupar ilegalmente un lotecito en el parque de la desazón.

Tener que separarte de quien te pidió que te aferres a su seguridad, mientras por otro lado enderezaba su timón con otra, dejando en el medio un crédito aprobado, un derpa en un lindo barrio, y tu vida rota como un espejo, no puede ser sino un fracaso. No poder ser quien comparta tus proyectos, quien te acompañe a todos los lugares donde vas sola por opción pero no tuya, quien día a día vea cómo dejás de ser un pantano de dudas para ser un río de energía, y quien se encargue de guardar toda esa luz para que no se desparrame en cosas sin sentido; que no se me permita, decía, la chance siquiera de demostrar mi teoría de que ambos queremos lo mismo y eso puede darse si lo intentamos pero no cada uno por su lado, es, si cabe, algo así como el colmo de la desazón.

Hay un lado de este abismo en el que no quiero estar. Brindo por más fracasos.



2 comentarios:

  1. ...siempre es un gusto leerlo...

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  2. La parte que va desde "Tener que separarte" hasta "colmo de la desazón" me hiz oacordar a cierta perona a la que le pasó exactamente eso. Lo bueno es que, cuando agarró las cosas a las 5 de la mañana de un 26 de diciembre, lo unico que pudo hacer es darse vuelta y decir "Buena suerte, y hasta luego". Y después llenó lapileta de gomaespuma

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